En el número 258 del documento de Aparecida, retomando palabras del papa Benedicto XVI que la religiosidad popular un precioso tesoro de la Iglesia Católica en América Latina y en este mismo número el Papa nos invita a todos promoverla y defenderla como un valuarte que ha perdurado a lo largo de los años y que se manifiesta de diversas formas. En otras palabras la religiosidad popular es la religión del pueblo, un pueblo que ha hecho suyo la buena noticia de Jesús y la expresa desde sus propias categorías culturales.
Este espacio he querido dedicárselo a la religiosidad de la Semana Santa en Pueblo Nuevo y quiero también insertarla en ese precioso tesoro de América latina al cual todos tenemos el deber de preservar, conservar y hacer que se mantenga siempre vital, a pesar de todas la vicisitudes.
Así pues entran en el marco de la religiosidad todas aquellas cosas que pertenecen a lo profundamente humano, todo el simbolismo que de alguna manera quiere significar todo lo verdaderamente humano y esto solo puede expresarse del gesto, cotidiano traspasado de trascendencia:
“Entre las expresiones de esta espiritualidad se cuentan: las fiestas patronales, las novenas, los rosarios y vía crucis, las procesiones, las danzas y los cánticos del folclore religioso, el cariño a los santos y a los ángeles, las promesas, las oraciones en familia” (Ap 259
Este espacio he querido dedicárselo a la religiosidad de la Semana Santa en Pueblo Nuevo y quiero también insertarla en ese precioso tesoro de América latina al cual todos tenemos el deber de preservar, conservar y hacer que se mantenga siempre vital, a pesar de todas la vicisitudes.
Así pues entran en el marco de la religiosidad todas aquellas cosas que pertenecen a lo profundamente humano, todo el simbolismo que de alguna manera quiere significar todo lo verdaderamente humano y esto solo puede expresarse del gesto, cotidiano traspasado de trascendencia:
“Entre las expresiones de esta espiritualidad se cuentan: las fiestas patronales, las novenas, los rosarios y vía crucis, las procesiones, las danzas y los cánticos del folclore religioso, el cariño a los santos y a los ángeles, las promesas, las oraciones en familia” (Ap 259