Ojalá que despues de leer esta edición especial dedicada a las Semana Santa en Pueblo Nuevo, veamos todas nuestras tradiciones con un sentido más profundo y sobre todo logremos captar que en ellas se manifiesta aquello que llevamos dentro y nos enciende la sangre para defenderlo o nos hace llorar cuando estamos lejos o simplemente celebramos y sentimos y contemplamos a Dios y el nos contempla a traves de aquello que ha regalado a la humanida: la CULTURA.
domingo, 29 de marzo de 2009
UN TESORO QUE TENEMOS QUE CUIDAR
En el número 258 del documento de Aparecida, retomando palabras del papa Benedicto XVI que la religiosidad popular un precioso tesoro de la Iglesia Católica en América Latina y en este mismo número el Papa nos invita a todos promoverla y defenderla como un valuarte que ha perdurado a lo largo de los años y que se manifiesta de diversas formas. En otras palabras la religiosidad popular es la religión del pueblo, un pueblo que ha hecho suyo la buena noticia de Jesús y la expresa desde sus propias categorías culturales.
Este espacio he querido dedicárselo a la religiosidad de la Semana Santa en Pueblo Nuevo y quiero también insertarla en ese precioso tesoro de América latina al cual todos tenemos el deber de preservar, conservar y hacer que se mantenga siempre vital, a pesar de todas la vicisitudes.
Así pues entran en el marco de la religiosidad todas aquellas cosas que pertenecen a lo profundamente humano, todo el simbolismo que de alguna manera quiere significar todo lo verdaderamente humano y esto solo puede expresarse del gesto, cotidiano traspasado de trascendencia:
“Entre las expresiones de esta espiritualidad se cuentan: las fiestas patronales, las novenas, los rosarios y vía crucis, las procesiones, las danzas y los cánticos del folclore religioso, el cariño a los santos y a los ángeles, las promesas, las oraciones en familia” (Ap 259
Este espacio he querido dedicárselo a la religiosidad de la Semana Santa en Pueblo Nuevo y quiero también insertarla en ese precioso tesoro de América latina al cual todos tenemos el deber de preservar, conservar y hacer que se mantenga siempre vital, a pesar de todas la vicisitudes.
Así pues entran en el marco de la religiosidad todas aquellas cosas que pertenecen a lo profundamente humano, todo el simbolismo que de alguna manera quiere significar todo lo verdaderamente humano y esto solo puede expresarse del gesto, cotidiano traspasado de trascendencia:
“Entre las expresiones de esta espiritualidad se cuentan: las fiestas patronales, las novenas, los rosarios y vía crucis, las procesiones, las danzas y los cánticos del folclore religioso, el cariño a los santos y a los ángeles, las promesas, las oraciones en familia” (Ap 259
POR TUS SANGRIENTOS PASOS SEÑOR...
Estamos próximos a la Semana Santa, semana mayor como tradicionalmente se la llamado. Es para nosotros hoy un acontecimiento muy importante, especialmente porque en esta semana confluyen muchos acontecimientos que alcanzan su plenitud en el acontecimiento mayor. La muerte de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz. Pero que esa muerte no queda en el pasado se sigue actualizando hoy de muchas formas y de esas muchas formas en las que se sigue actualizando quiero reflexionar el significado de la Semana Santa como cristianos y sobre todo personas inmersas en un pueblo, en una cultura con su forma de percibir la realidad y sobre de actuar ante ella.
La Semana Santa vista desde una mirada antropológica tiene que ver con el sentido último del ser humano ya que hace referencia al sufrimiento y a la muerte. Muerte que en estos días se vuelve más fuerte porque al recordar y venerar a la imagen de un Nazareno doloroso y sufriente nos conecta con nuestro propio sufrimiento y nuestra propia muerte. Una muerte morida es decir una muerte que se acepta con alegría porque es fruto del compromiso y de lucha por una causa. Es también la Semana Santa un tiempo muy fuerte en cuanto que las victimas salen desde los montes, los llanos y cementerios clandestinos, todos a una gritan con Jesús de Nazareth el que fue asesinado injustamente por un sistema que se oponía al cambio y había secuestrado al Dios justo, bueno y misericordioso, cercando su presencia para los pecadores no accedieran a él.
Y todo esto ¿Cómo se actualiza en Pueblo Nuevo?. Pues este pueblo, ha sido muy rico en tradiciones y costumbres que desgraciadamente unas ya se están extinguiendo, otras aun perviven y necesitan un impulso renovador, porque estas tradiciones, convergen en una cosa: En la memoria que se actualiza cada año, memoria de un montón de gente que por esas calles ha caminado cargando al Nazareno, a la Virgen Dolorosa y a san Juan. Tal vez yo no tenga la suficiente madurez para hablar de estas cosas o no tenga la suficiente capacidad para poder ver todo el ámbito que se despliega en el momento cultural y neopoblano en la Semana Santa pero me mueve el cariño y el aprecio que le tengo.
Decir Semana Santa en Pueblo Nuevo, es decir procesiones, es decir pasear en andas unos santos de palo, y lo digo sin faltarles el respeto, ellos (los santos) saben a que me refiero y la verdad es que estos santos de palo son más que eso, son nuestro testimonio del andar por estos suelos.
Cuantas persona, estoy seguro por casi un siglo han cargado estas imágenes, cuantas mujeres, hombres que antaño fueron niños y vieron a sus padres, a sus abuelos cargar con tanta devoción y respeto que sólo al recordarlo, hoy lo hacen con lágrimas en los ojos.
María Dolorosa, Jesús Nazareno y san Juan, salen cada Semana Santa por Pueblo Nuevo, salen en busca de la gente perdida, salen en busca de su gente, de la gente normal, de la buena gente, de los sin vergüenzas, malcriados y vagos y también de las vende verduras, salen de nuevo saludando tristes, con la mirada perdida en el horizonte, pues cada año que pasa ya no ven a la gente antaño, la gente seria, la gente que luchó en construir este Pueblo, la gente que nos legó estas tradiciones y que hoy nos dan consistencia y nos dicen que estos somos, esto hicieron nuestros abuelos y ojalá Dios quiera los sigan haciendo nuestros hijos.
¿ENTONCES COMO ENTENDER ESTO..?
Entender este fenómeno vivido por muchas persona, es muy complejo, porque ha suscitado también muchos conflicto e incomprensiones. Ya que estamos hablando de algo que se llama religiosidad popular, fenómeno que muchas veces ha sido visto mal e incluso incomprendido por muchos sacerdotes que en aras de una evangelización mejor, han destruido todo un acerbo cultural y sobre todo un cauce por donde circula el río de donde viene una gran corriente de agua que sale de las entrañas de la conciencia colectiva de lo que llamamos pueblo. Es a través de estos fenómenos que podemos acceder al pasado, un pasado que nos configura y sobre todo porque nos toca el alma y los nervios, un pasado que no sólo nos configura sino que también nos comunica con nuestros seres queridos difuntos y que cada año, ellos renuevan esa tradición y lo hacen silenciosamente y en la gente que nuevamente vuelve a cargar estos santos ya viejos y mal cuidado.
El fenómeno de la religiosidad popular será para muchos la primera vez que lo hallamos oído, pero ciertamente la religiosidad es una forma muy concreta, en gestos y símbolos que muchas veces el pueblo, el vulgo, la gente de apie se construido para poder vivir su propia fe, una manera de vivir y expresar la fe que muchas veces ha entrado en conflicto con la Iglesia oficial.
Y es que nuestro pueblo se las ingenia para reexpresar y desde sus propias concepciones lo que ha recibido ya desde tiempo de la colonia y que hoy a pesar de los pesares nos da una identidad, pero una identidad que también se ve amenazada por las nuevas formas culturales que se nos están imponiendo y que muchas veces no son para nuestro bien.
La Semana Santa vista desde una mirada antropológica tiene que ver con el sentido último del ser humano ya que hace referencia al sufrimiento y a la muerte. Muerte que en estos días se vuelve más fuerte porque al recordar y venerar a la imagen de un Nazareno doloroso y sufriente nos conecta con nuestro propio sufrimiento y nuestra propia muerte. Una muerte morida es decir una muerte que se acepta con alegría porque es fruto del compromiso y de lucha por una causa. Es también la Semana Santa un tiempo muy fuerte en cuanto que las victimas salen desde los montes, los llanos y cementerios clandestinos, todos a una gritan con Jesús de Nazareth el que fue asesinado injustamente por un sistema que se oponía al cambio y había secuestrado al Dios justo, bueno y misericordioso, cercando su presencia para los pecadores no accedieran a él.
Y todo esto ¿Cómo se actualiza en Pueblo Nuevo?. Pues este pueblo, ha sido muy rico en tradiciones y costumbres que desgraciadamente unas ya se están extinguiendo, otras aun perviven y necesitan un impulso renovador, porque estas tradiciones, convergen en una cosa: En la memoria que se actualiza cada año, memoria de un montón de gente que por esas calles ha caminado cargando al Nazareno, a la Virgen Dolorosa y a san Juan. Tal vez yo no tenga la suficiente madurez para hablar de estas cosas o no tenga la suficiente capacidad para poder ver todo el ámbito que se despliega en el momento cultural y neopoblano en la Semana Santa pero me mueve el cariño y el aprecio que le tengo.
Decir Semana Santa en Pueblo Nuevo, es decir procesiones, es decir pasear en andas unos santos de palo, y lo digo sin faltarles el respeto, ellos (los santos) saben a que me refiero y la verdad es que estos santos de palo son más que eso, son nuestro testimonio del andar por estos suelos.
Cuantas persona, estoy seguro por casi un siglo han cargado estas imágenes, cuantas mujeres, hombres que antaño fueron niños y vieron a sus padres, a sus abuelos cargar con tanta devoción y respeto que sólo al recordarlo, hoy lo hacen con lágrimas en los ojos.
María Dolorosa, Jesús Nazareno y san Juan, salen cada Semana Santa por Pueblo Nuevo, salen en busca de la gente perdida, salen en busca de su gente, de la gente normal, de la buena gente, de los sin vergüenzas, malcriados y vagos y también de las vende verduras, salen de nuevo saludando tristes, con la mirada perdida en el horizonte, pues cada año que pasa ya no ven a la gente antaño, la gente seria, la gente que luchó en construir este Pueblo, la gente que nos legó estas tradiciones y que hoy nos dan consistencia y nos dicen que estos somos, esto hicieron nuestros abuelos y ojalá Dios quiera los sigan haciendo nuestros hijos.
¿ENTONCES COMO ENTENDER ESTO..?
Entender este fenómeno vivido por muchas persona, es muy complejo, porque ha suscitado también muchos conflicto e incomprensiones. Ya que estamos hablando de algo que se llama religiosidad popular, fenómeno que muchas veces ha sido visto mal e incluso incomprendido por muchos sacerdotes que en aras de una evangelización mejor, han destruido todo un acerbo cultural y sobre todo un cauce por donde circula el río de donde viene una gran corriente de agua que sale de las entrañas de la conciencia colectiva de lo que llamamos pueblo. Es a través de estos fenómenos que podemos acceder al pasado, un pasado que nos configura y sobre todo porque nos toca el alma y los nervios, un pasado que no sólo nos configura sino que también nos comunica con nuestros seres queridos difuntos y que cada año, ellos renuevan esa tradición y lo hacen silenciosamente y en la gente que nuevamente vuelve a cargar estos santos ya viejos y mal cuidado.
El fenómeno de la religiosidad popular será para muchos la primera vez que lo hallamos oído, pero ciertamente la religiosidad es una forma muy concreta, en gestos y símbolos que muchas veces el pueblo, el vulgo, la gente de apie se construido para poder vivir su propia fe, una manera de vivir y expresar la fe que muchas veces ha entrado en conflicto con la Iglesia oficial.
Y es que nuestro pueblo se las ingenia para reexpresar y desde sus propias concepciones lo que ha recibido ya desde tiempo de la colonia y que hoy a pesar de los pesares nos da una identidad, pero una identidad que también se ve amenazada por las nuevas formas culturales que se nos están imponiendo y que muchas veces no son para nuestro bien.
Don José Tomás un poeta nativo de Pueblo Nuevo también dedica sus versos populares con sabor a campiña segoviana.
LA SEMANA SANTA
Me van a perdonar mis palabras
Que voy hablar, pero la verdad
Aunque amarga no la podemos ocultar.
Al venir la Semana Santa
A todo el mundo le encanta
Ya nos vamos preparando
El cuerpo lo preparamos
Del alma nos olvidamos.
Y es la que Cristo quiere
Que tengamos preparada
Porque la muerte nos viene
La hora menos pensada.
Pero nosotros decimos
Que ya estamos preparados
Cuando ya estamos preparados
Cuando ya están los buñuelos
Los plátanos y el pescado.
Pues son días de oración
Son días de santidad
Y nosotros los queremos
Para andar en la maldad.
Pues son días de abstinencia
Son días de ayunar
Y nosotros al contrario
Podemos congestionar.
En aquellos tiempos pasados
Muchos han de recordar
Que las madres a los hijos
Los traían a confesar
Y sólo al templo rezar
Y ahora los muchachos
Busquémoslo en el billar.
También les voy a contar
Que ahora ni la viejitas
Ya no les gusta rezar
Mejor van con charamuscas
Chupando en la procesión
Imitando a las ardillas
Sirviendo de tentación.
(tomada de la revista cultural Pixquil, 2008, Pág. 8)
yo también quiero compartir algo de mi producción poética...
Lloras por nuestra soledad
Dolorosa Madre
Amada mía
Madre mía,
Madre de Cristo
Y madre de pecadores,
Somos tus hijos los que a tus pies
Lloramos;
Y suspiramos por esa lagrima
De plata que se rueda por tu preciosa mejilla.
Sea por piedad Señora,
Ten en cuenta a este pecador,
Que te ve Señora, Madre Dolorosa.
Andando, despaciosa por el pueblo
Desconsolado y perdido.
Ya no lloras por el Cristo muerto,
Lloras madre piadosa en tu absoluta soledad,
Por tus hijos muertos,
Por los que en la vida caminan sin esperanzas
De llegar a feliz puerto...
Lloras dolorosa madre,
Llora madre piadosa.
A ti suspiramos madre misericordiosa.
Refugio de pecadores.
Madre nuestra,
Madre de este pueblo,
Lloras por el,
Sales por sus calles,
En andas siempre nuevas,
Hombros distintos y el mismo corazón.
Tus hijos fieles ya no están.
Tu manto negro cubre el cielo de este pueblo.
protégenos en esta hora en la que andamos
Desperdigados, por muchos prados buscando pasto.
Y concédenos volver a tus plantas
Y como un digno hijo tuyo morir junto a la cruz.
Lloras por nuestra soledad
Dolorosa Madre
Amada mía
Madre mía,
Madre de Cristo
Y madre de pecadores,
Somos tus hijos los que a tus pies
Lloramos;
Y suspiramos por esa lagrima
De plata que se rueda por tu preciosa mejilla.
Sea por piedad Señora,
Ten en cuenta a este pecador,
Que te ve Señora, Madre Dolorosa.
Andando, despaciosa por el pueblo
Desconsolado y perdido.
Ya no lloras por el Cristo muerto,
Lloras madre piadosa en tu absoluta soledad,
Por tus hijos muertos,
Por los que en la vida caminan sin esperanzas
De llegar a feliz puerto...
Lloras dolorosa madre,
Llora madre piadosa.
A ti suspiramos madre misericordiosa.
Refugio de pecadores.
Madre nuestra,
Madre de este pueblo,
Lloras por el,
Sales por sus calles,
En andas siempre nuevas,
Hombros distintos y el mismo corazón.
Tus hijos fieles ya no están.
Tu manto negro cubre el cielo de este pueblo.
protégenos en esta hora en la que andamos
Desperdigados, por muchos prados buscando pasto.
Y concédenos volver a tus plantas
Y como un digno hijo tuyo morir junto a la cruz.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)